La radiofrecuencia consiste en la aplicación de ondas electromagnéticas de alta frecuencia sobre la piel, provocando el calentamiento controlado de las diferentes capas de la dermis.
Con ello se favorece la formación de nuevo colágeno, se produce un efecto analgésico, la mejora del funcionamiento del sistema linfático, la disminución de tejido adiposo, mejora el aspecto de la piel y el tejido subcutáneo, entre muchas otras aplicaciones.